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Testimonio 1
Nuestra relación duró más o menos 4 años. Los primeros dos años todo era felicidad y yo cada vez la amaba más. Me acuerdo muy bien de la primera vez que peleamos, fue un mes después de que me habían dado el ascenso en la oficina y ella se había quedado sin trabajo. No sé, de pronto se sentía mal o triste, pero se le empezaron a notar los celos en cosas mínimas. Nosotras siempre desayunábamos juntas pero ella ya se levantaba antes se iba desde temprano. Si yo decía algo me respondía “Ah claro, como es la ejecutiva ahora puede mandar”. Había mucha competencia y eso es algo de lo que uno no se da cuenta al principio. Yo, entre el trabajo y la casa, cada vez me sentía más cansada, no estaba comiendo bien y tampoco podía salir a correr, como antes, por la noche. El cuerpo me estaba cambiando y ella me lo decía: “Mira como estás de vieja, te estás poniendo gorda”. Una no se da cuenta de cómo la va haciendo sentir chiquita eso al principio. Eso llega hasta cuando ya es obvio que ella está con alguien más, que el tiempo que está pasando fuera lo pasa siempre con la misma, pero a la casa venía porque sabía que tenía dormida y comida. Yo sabía que ya no nos queríamos como antes, sabía que estaba con otra, pero una siente miedo de dejar todo ¡Imagínese! Dos años juntas, ya ni amigos tenía porque me la pasaba con ella o en el trabajo. A una le da miedo, quedar sola por ahí, sin saber qué va a ser de uno. Ni familia, porque desde que les contamos que éramos pareja me dijeron que diera mi familia por perdida.
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Testimonio 2
Yo la verdad que no supe manejar su infidelidad. Yo la conocí en la fiesta de una amiga con la que había estudiado en la universidad. Al principio no gustamos y todo, pero fue difícil porque yo sabía que en esas fiestas el ambiente es denso. Si una va allá pues termina enredada con alguna y así es siempre. Entonces como que la paniquea a una conocer a alguien en una fiesta de estas y empezar a encarretarse, pues porque la que es no deja de ser. Entonces empezamos a salir y ya cuando nos cuadramos pues yo le dije que teníamos que parar con las fiestas, ya no más, porque si no esto no era serio. El caso es que ella dijo que bueno, empezamos a alejarnos cada vez más del mundo de la farra y las amigas, pero pues ella sí estaba rara. Ya después fue cuando la vi tan rara que le miré el celular y vi que hablaba con alguien en whatsapp que tenía guardada con las iniciales “F.G.” y le había puesto una cita. Yo la seguí el día de la cita y la vi encontrarse con una vieja en un café en chapinero. Apenas se vieron la saludó de beso en la boca y a mi me dio una ira que no pude y me fui a meter. Entre cosa y cosa nos terminamos agarrando y yo le meti una cachetada y le grité “usted es una puta, así la conocí y sigue igual”.